Resumen: Anualmente mas de 800.000 personas se quitan la vida y muchas mas intentan hacerlo. Cada suicido es una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida. El comportamiento suicida va desde la ideaciòn en sus diferentes expresiones, pasando por las amenazas, los gestos e intentos, hasta el suicido propiamente dicho. La presencia de cualquiera de estos indicadores (ideas, amenazas, gestos e intentos) debe considerarse como un signo de alto riesgo en el individuo que lo presenta.

Por otra parte, aunque la relación entre el suicidio y los trastornos mentales es bastantes estrecha, esto no quiere decir que quienes no tengan un trastorno mental se encuentran exentos de conducta suicida, puesto que se han presentado casos que se producen impulsivamente como respuesta a una crisis que afecta la capacidad de afrontamiento ante las dificultades de la vida, tales como los problemas financieros, la ruptura de relaciones de pareja o familiares, o los dolores y enfermedades crónicas.

En virtud a lo anterior, este texto pretende proporcionar herramientas de prevención y atención a la conducta suicida. A través de su contenido se especifican los lineamientos técnicos para la promoción, prevención, evaluación y tratamiento que garantiza un intervención de calidad y precisan las acciones que deben ser desarrolladas por la instancias y actores que estén implicados con la atención de esta condición clínica.

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