Resumen
La conducta delictiva de la mujer es un tanto compleja; porque a diferencia de los hombres, los
factores endógenos y exógenos que influyen para que éstas actúen constituyen un papel fundamental
al momento de transgredir el derecho penal. El comportamiento criminal de la mujer atiende
cuestiones de carácter sentimental así como a cuestiones biológicas propias de su naturaleza. Por
otro lado, una vez sumergidas en el sistema penitenciario, se ven vulneradas en sus derechos humanos,
porque el Estado Mexicano no les proporciona los elementos básicos que una mujer requiere
como consecuencia de su condición y necesidades específicas, evidenciando la falta del respeto
hacia los principios básicos que todo ciudadano debe de tener, para con ello, poder garantizar la
dignidad humana de las reclusas.