Todos los indicadores económicos confluyen en el análisis palpable, engendrado por el capitalismo salvaje con su fuerza centrífuga, el neoliberalismo, que patenta el espoliación y la miseria en ascenso de todos los pueblos del mundo, aún en el corazón de los llamados países desarrollados, como lo muestra la tangibilidad de hambre, pobreza e inasistencia humana ascendente cada vez más en todo el planeta. La polarización única y la imposición de las políticas desarrollistas de los organismos financieros internacionales exigen profundas reflexiones tendientes a encontrar soluciones específicas a los conflictos sociales, para lo cual aflora el concepto de solidaridad en todas sus expresiones, para, de esta forma, poder auscultar las raíces del atraso y la dependencia, así como lo planteará otrora el economista Paul Baran; el conjunto de las expresiones del profesor Roberto Bermejo en cuanto a la economía sostenible respecta; o, el chileno Luis Razeto M. En su obra Economía popular de solidaridad. Principios con los cuales se genera una reflexión sobre el futuro de América Latina, pero que hemos querido interrelacionar con la supervivencia latente del latifundismo, dependencia y statu quo, bajo la égida de unas clases dirige mes que ejecutan una democracia pacata, elitista y corrupta.